El alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, acaba de tomar una decisión contraria a los esfuerzos que se realizan en Colombia para evitar el aumento de episodios del coronavirus. En el país, al cierre de esta nota, ya se han confirmado cerca de quince casos de la enfermedad y hay decenas en estudio clínico por sospecha.
Mientras los gobiernos nacional y departamental adoptan determinaciones tendientes a evitar las aglomeraciones y a reducir en lo posible el contacto muy cercano persona a persona, el alcalde Cárdenas intenta obligar a la gente a usar en masa el servicio de transporte Metrolínea, sin importarle que los pasajeros queden como en lata de sardinas, con el ánimo de mejorar las finanzas de esta empresa.
Para el efecto, Cárdenas acaba de decretar un nuevo sistema de pico y placa que aumenta significativamente los días en que la ciudadanía está obligada a no usar ni los automóviles particulares ni las motocicletas. Antes de esta nueva medida, el pico y placa restringía el uso del automóvil particular y de las motocicletas un día a la semana; ahora, con el decreto de Cárdenas esta restricción se extiende a tres y a veces hasta a cuatro días a la semana, dependiendo del número terminal de la placa. La norma ahora además es obligatoria los siete días de la semana.
Con ello, el alcalde intenta que la ciudadanía se vea obligada a usar el sistema de Metrolínea, empresa estatal del orden municipal que está en quiebra desde hace varios años debido a que, ante su mal servicio, los bumangueses prefieren otras modalidades de transporte.
El uso masivo y obligatorio del sistema Metrolínea aumentará el sobrecupo y obligará a los pasajeros a ir apiñados, apretujados, prácticamente respirando y eventualmente tosiendo el uno encima del otro. Lo mismo ocurrirá en las estaciones y andenes de espera. Ello puede fomentar el contagio de la enfermedad.
El alcalde Cárdenas ha dicho que con este decreto él intenta reducir los niveles de contaminación ambiental vehicular pero, paradójicamente, eximió de la norma a todos los buses, a todas las volquetas y a todos los camiones, que son los que más contaminan el ambiente. La ciudadanía sabe que en realidad, lo que intenta Cárdenas es mejorar las finanzas de Metrolínea.
Ya se han producido varias manifestaciones y bloqueos de calles en señal de protesta contra el alcalde Cárdenas pero él ha dicho que la decisión es irreversible.
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