Y es financiado con dineros de los impuestos que paga la ciudadanía
Llevados por el interés de pasar un rato agradable y de apoyar lo nuestro, el sábado 15 de octubre en horas de la noche nos sentamos frente al televisor, sintonizamos el canal regional de los dos santanderes -TRO- y nos dispusimos a ver un programa musical llamado “Serenata a mi pueblo”.
¡ Qué desastre de programa !.
En su cabezote de presentación se anuncia como una «serenata musical colombiana de bambucos, torbellinos, pasillos, valses y joropos”. Y de eso es de lo que menos tiene.
Comencemos por contar que es un programa con tres «presentadores», (primer exabrupto para un musical), dos de ellos sentados en un parque, dedicados a leer al aire con voz chillona mensajes en sus celulares. En sus interminables y aburridas conversaciones y lecturas, sumadas a la carreta del presentador en tarima, copan por lo menos el 30 por ciento de los 90 minutos del programa.
¡ Y qué horror el contenido musical !.
Rancheras y corridos de los mejicanos hermanos Aguilar, de Vicente Fernández y de Pedro Infante; una muchacha tratando de interpretar baladas; y como si fuera poco, presentaron igualmente a un muy mal imitador del también mejicano Juan Gabriel, que, desafinado y destemplado, pretendía hacerse pasar por el artista de Juárez.
¡ Y eso que en su presentación dice ser una serenata colombiana de bambucos, pasillos, torbellinos, valses y joropos !.
En esa desafortunada presentación de música mejicana emplearon por lo menos el 60 por ciento de los 90 minutos del programa. A la música colombiana le dedicaron el 10 por ciento con una cumbia de José Barros y un par de canciones de Jorge Villamil y José A. Morales, (por cierto muy mal interpretadas). El resto del tiempo fue para los tres «presentadores». No cambiamos de canal porque deseábamos tener argumentos para escribir esta nota.
Buscamos archivos en internet de otras emisiones y hallamos que el formato de ese programa habitualmente ha sido el mismo.
¡ Qué irrespeto al televidente !.
Pensar que se trata de un canal público y de un programa financiados con dineros del gobierno nacional, del Estado, es decir, con los dineros que todos pagamos en impuestos.
El canal TRO es un buen canal que sobresale entre sus similares del resto del país. Tiene y presenta interesantes programas noticiosos, periodísticos, deportivos, de variedades y del campo, pero este musical es un bodrio total.
Difícilmente existirá en la televisión colombiana un peor programa que “Serenata a mi pueblo”, realizado, producido y presentado por el canal regional de los dos santanderes. Están ahuyentando a los televidentes, están malversando dineros públicos y están irrespetando al folclor colombiano.
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