Seminarista, locutor, compositor, director de grupos corales universitarios, ganador de premios artísticos internacionales, Doctor en Música, director de las piezas fúnebres interpretadas en el sepelio de Jorge Eliécer Gaitán y duodécimo entre 16 hermanos, Gómez Ardila es uno de los hijos más ilustres de la “ciudad del clima de seda”

Gustavo Gómez Ardila nació en Zapatoca el 8 de septiembre de 1913 y falleció en Bucaramanga el 23 de mayo de 2006. Excelso compositor y director de canto coral, considerado uno de los mejores maestros colombianos que dio mayor renombre al canto coral del país en diferentes escenarios del mundo.
Hijo de don Eliseo Gómez Díaz y doña María de los Ángeles Ardila Rueda, fue el duodécimo entre 16 hermanos. Su niñez transcurrió en su ciudad natal y en ella cursó sus primeros años de estudios e inició su bachillerato en el Colegio Salesiano Santo Tomás, en donde estudió tres años, tal como lo reseña la enciclopedia universal Wikipedia.
En 1928 ingresó al Seminario de la diócesis de Socorro y San Gil, allí culminó sus estudios de secundaria y emprendió carrera sacerdotal a la par con sus estudios en filosofía, latín y su formación musical. Es allí donde conoció a su primer maestro de música, don Pedro Landazábal, quien le infundió no sólo el amor por este bello arte, sino que trabajó junto a él asignaturas como la teoría y el solfeo, órgano, canto gregoriano y flauta traversa. Luego de haber transcurrido tres años y medio de formación sacerdotal, se retiró del seminario.
Como había explorado la música como un recurso más para forjar su vida, inició prácticas musicales como corista y organista en las iglesias de Jordán, Aratoca y San Vicente de Chucurí, donde fundó la primera banda de músicos del municipio. Viviendo Gustavo en esta población, en el año de 1934 se le encomienda la tarea de dar la bienvenida al municipio al gobernador del departamento de Santander y entonces creó para esa ocasión su primera composición instrumental en ritmo de pasodoble: “Rayito de luna”.
En ese mismo año decidió enviar esta partitura a la emisora La voz de Pereira, en donde presentaban composiciones inéditas de nuevos creadores de Colombia y esta composición le significó su primer reconocimiento a nivel nacional. En el transcurso de ese mismo año de 1934, contrajo matrimonio con Abigaíl Navarro Argüello, matrimonio que perduró 69 años hasta la muerte de ella, ocurrida en el año 2003. Abigaíl fue el motivo de inspiración de algunas de sus creaciones musicales.
Ejerció como locutor en la Transmisora de Caldas en Manizales y como director artístico en la emisora La voz de Pereira en Pereira, donde adquirió un amplio conocimiento de la música popular que le permitió conformar una orquesta de baile para la que compuso el bolero “Ni más ni menos”.
En 1936 se trasladó a Ibagué como organista de la catedral de esa ciudad. Allí cursó estudios profesionales de música en el C0nservatorio del Tolima; entre sus profesores estaba el maestro italiano Alfredo Squarchetta, de quien aprendió la técnica de dirección coral y la construcción de arreglos corales. Posteriormente con Squarcetta, compartió la dirección del conservatorio mencionado.
En 1946 viajó a Bogotá para buscar nuevos horizontes profesionales y fue profesor de música en importantes y reconocidos colegios de la capital colombiana. Uno de los eventos históricos que el maestro más recordó fue la muerte del caudillo Jorge Eliécer Gaitán ocurrida el 9 de abril de 1948 (el célebre «bogotazo»). Por ese tiempo se desempeñaba como organista de la catedral de Bogotá y era director de varios coros, y en medio de ese conflicto de violencia, interpretó junto con su grupo musical los cantos fúnebres en el sepelio de este personaje de la política colombiana.
En 1961 fue profesor de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia. Estando en esta institución, recibió una invitación de la Asociación Colombiana de Universidades (ASCUN) para trabajar en la formación de los llamados Clubes de Estudiantes Cantores (CEC).
