El cura párroco de Zapatoca, Eliécer Delgado, hizo hoy un llamado a todas las personas de buena voluntad para que ayuden a sortear las dificultades económicas de las familias más pobres de esta población santandereana, afectadas en grado sumo por las obligatorias decisiones de parálisis y de aislamiento que las autoridades se han visto precisadas a tomar en la actual crisis sanitaria.

Los poco más de 10 mil habitantes de este municipio dependen en su mayor parte para su subsistencia del turismo, actividad que ha quedado totalmente anulada bajo las actuales circunstancias.

En Zapatoca la mayoría de familias pertenece a los estratos uno y dos con un muy elevado número de adultos mayores, y sus integrantes tienen como ingresos las tareas directas e indirectas que genera el turismo.

Bajo las actuales circunstancias, esas familias han quedado en graves dificultades. Además, existe un hogar geriátrico con decenas de ancianos y ancianas, que se sostiene con aportes voluntarios de la comunidad, comunidad que ahora queda afectada ante la parálisis  de todas las actividades generadoras de ingresos.

El presupuesto de la alcaldía es bajo, (se trata de un municipio de sexta categoría), y carece de las partidas necesarias para estas emergencias.

El párroco Eliécer Delgado recordó hoy que de tiempo atrás la parroquia sirve a la comunidad a través del Banco de Alimentos, el cual venía entregando gratuitamente mercados antes de esta crisis sanitaria a cerca de 170 familias pobres, número que ahora crece en forma considerable. Las familias de medianos ingresos y de cierta estabilidad económica vienen colaborando de tiempo atrás con esta institución, pero esas familias también ahora han quedado afectadas.

Las personas o entidades que deseen colaborar en esta emergencia pueden entregar o enviar desde cualquier lugar sus aportes en especie, (ojalá mercados), al Despacho Parroquial, de donde serán llevados a las familias necesitadas. Quienes residan en otros municipios del país, especialmente las colonias de zapatocas, también pueden hacerlo por cuanto esta etapa de cuarentena permite el transporte de alimentos a través de las empresas tradicionales.

Otras iglesias distintas a la católica que funcionan en Zapatoca, igualmente están realizando campañas similares no solo para sus fieles sino para toda la ciudadanía.

Los zapatocas están unidos alrededor de sus autoridades civiles, sanitarias, eclesiásticas y de policía, tratando de sortear esta emergencia.

Pero también están esperando que la Gobernación de Santander y el gobierno nacional, ayuden en algo. El municipio se está sintiendo abandonado a su suerte y reclama solidaridad.

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