No sabe uno si es ignorancia o mala fe, pero este viernes hemos asistido en Colombia a un espectáculo de desinformación dañina en el suministro y análisis de las estadísticas sobre el covid19 en casi todos los medios de información del país.
Con voz y cara de terror, periodistas, analistas y locutores se declararon atortolados «por el exagerado aumento en el número de contagios de la pandemia». Lo hicieron ver como una catástrofe. «Desde el comienzo de la pandemia jamás se había registrado una cifra tan escandalosa», dijeron.
Eso es falso.
Fue una información tendenciosa y carente de veracidad que por la forma de ser suministrada lo que hizo fue causar daño a la salud mental de la gente.
LA VERDAD
La cifra sobre la cual se basaron periodistas, locutores y analistas para crear alarma fue que este viernes hubo en Colombia poco más de 13 mil contagios según el Instituto Nacional de Salud.
La cifra es cierta. Pero es que ese número de contagios surgió de realizar más de 73 mil pruebas, la cifra más alta de pruebas desde que comenzó la pandemia. Y ese dato no lo contrastan periodistas, locutores y analistas, no sabemos si por ignorancia o por mala fe.
Veníamos con un promedio de contagios del 20 por ciento sobre el número de pruebas. O sea que si se hubiese mantenido el promedio este viernes, el número de contagios ha debido ser de casi 15 mil y no de 13 mil.
Y si mañana hacen 100 mil pruebas, el número de contagios debe ser de unos 20 mil. Así venimos desde hace meses.
En cuanto a los fallecidos, periodistas, locutores y analistas informaron con escándalo que hubo este viernes 232 muertos por el virus, según ellos, «cifra aterradora». Otro escándalo con base falsa.
Veníamos con un promedio de 3.5 por ciento de fallecidos sobre el número de contagios. Si se hubiese mantenido ese promedio, este viernes se han debido registrar cerca de 400 muertos. Hubo 232.
LO QUE VIENE
Colombia hace varias semanas superó el pico ascendente de la pandemia. El país está en la planicie del mal. Es decir, se mantiene el promedio de casos.
Lo grave sería que estuviese ascendiendo escandalosamente ese promedio. El mal ha estado, está y seguirá estando entre nosotros a término indefinido.
Algunos ilusamente dicen que el atortole también radica en que las cifras no bajan. Es una premisa falsa. No se puede pretender que el número de contagios baje por generación espontánea. Es que todavía no nos han vacunado.
Las cifras empezarán a bajar unas semanas después de que comience la vacunación. Pero aún así, con vacunación a bordo, seguirán presentándose casos de covid 19.
La vacuna no significa que el mal desaparezca. Significa que si estamos vacunados no nos contagiaremos. Pero el que no esté vacunado, si le llega el virus, se enferma. El virus seguirá en el mundo como ocurre con otros males esparcidos por virus, contra los cuales existen vacunas desde hace años. El que no esté vacunado corre el riesgo.
Me da pena haber incursionado en el plano de controvertir a mis colegas periodistas y a los amigos locutores y analistas, pero es que sobre la salud de la gente no se puede informar a la ligera y menos con algo tan grave y tan mortal como el covid19. Ello hace mucho daño a la estabilidad emocional y mental de las personas.