Por Héctor Gómez Kabariq
Realizar la Copa América de Fútbol en Colombia este año pasando por encima de la gravísima crisis social, económica, sanitaria y de orden público que afronta el país, es otra torpeza del gobierno nacional. Es apenas similar a la intención que todavía tiene este gobierno de subir los impuestos a la clase media en medio de la peor crisis económica que haya soportado este sector de la población.
Quizá la única justificación sea la de usar el fútbol como elemento distractor ante la ola de protestas que sacude al país. “Hay que usar el fútbol”, dijo en forma abierta el ministro del Deporte, Ernesto Lucena, en una declaración que emitió el noticiero Oro Noticias del canal regional de televisión TRO en Bucaramanga. No es un secreto que el fútbol juega un importante rol como potente herramienta de control mental e hipnosis de las masas.
Por el lado sanitario, las aglomeraciones que se verán alrededor de los estadios, (se jugará sin presencia de público dentro de ellos), empeorarán la pandemia de covid19, cuando el país afronta su tercer pico con más de 3 millones de contagios, más de 100 mil casos activos, cerca de 90 mil muertos, un bajo índice de vacunación y con las clínicas y hospitales totalmente colapsados.
Además, las protestas que hoy se viven en Colombia se trasladarán a los estadios como ocurrió recientemente con dos partidos internacionales de la Copa Libertadores jugados en este país, cuando los gases lacrimógenos lanzados por la Policía para controlar a los manifestantes terminaron afectando a jugadores y técnicos, obligando a suspender los partidos varias veces.
Por el lado económico, el país tendrá que invertir 13 mil millones de pesos en la adecuación de los estadios, mientras el gobierno anuncia que debe aumentar los impuestos para sortear la situación deficitaria de las finanzas públicas.
En cuanto al turismo, este sector no tendrá mayores ingresos por cuanto, al jugarse con estadios vacíos y con la situación de orden público del país, Colombia no es atractiva para los turistas ni para los aficionados al fútbol.
La Conmebol ha exigido al gobierno exoneración de impuestos a las empresas, marcas, mercancías y personas que participarán en el certamen, lo cual implica que el gobierno dejará de recibir más de 30 mil millones de pesos de impuestos.
Hoy Colombia no está para organizar circos de entretenimiento y manipulación de masas.
Se trata apenas de otra torpeza del gobierno nacional, tratando de levantar su caída imagen y de distraer a los colombianos que hoy están protestando.
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