Por Héctor Gómez Kabariq
No resulta comprensible el apuro que están expresando algunas autoridades, algunos establecimientos educativos, algunos profesores y algunos padres de famila, para que los estudiantes regresen lo más pronto posible a las aulas de clase.
Insinúan que podría ser con alternancia o de forma presencial permanente. Pero regresar a los salones sea como sea.
¿ Apuro para qué y por qué ?
Parece que quisieran que los niños se contagien del coronavirus y pongan en peligro sus vidas y las vidas de sus familiares, incluyendo hermanos, padres y abuelos.
En Europa, especialmente en España, Francia e Inglaterra, hace un par de meses aceleraron ese regreso a clases y ahora han tenido que recular al comprobar la suma peligrosidad y el alto riesgo de contagio para los estudiantes. Se dispararon los contagios.
Si bien los niños tienen una tasa muy baja de mortalidad con este virus, ellos sí pueden contagiar a los mayores, entre quienes la tasa de mortalidad es bastante alta.
En Colombia quienes están promoviendo ese retorno a las clases presenciales pareciera que sienten desprecio por la vida de sus hijos y de sus demás seres queridos.
¿ Qué es preferible, que siga el sistema virtual así sea con algunas dificultades técnicas por el internet o que la muerte llegue a los hogares ?.
¿ Y en el peor de los casos, qué es preferible, que los estudiantes pierdan un año escolar o que pierdan la vida y que lleven la muerte al seno de sus familias ?.
La apertura laboral era importante para la vida económica de la sociedad. La gente necesitaba volver al trabajo porque se estaba muriendo de hambre ante la falta de ingresos económicos y las empresas se vieron abocadas a la quiebra. Había que reactivar la vida laboral.
Pero la urgencia no es la misma en el caso de las clases. Las escuelas, colegios y universidades seguirán cobrando las matrículas y los docentes seguirán recibiendo sus sueldos. Si el problema son los ingresos de los empresarios del transporte escolar pues que el gobierno los subsidie hasta cuando se haya irrigado la vacuna.
Ah… que la calidad académica no es igual, es posible. Pero ninguna razón puede estar por encima de la vida de los niños y de sus familias.
Ah… que según los sicólogos los niños pueden tener desfases por no estar en las aulas. ¿ Y es que para los sicólogos es preferible que los niños se contagien de coronavirus y eventualmente se mueran o que lleven la muerte a sus hogares ?.
En los establecimientos educativos es imposible mantener la distancia física entre unos y otros y no es fácil estar cumpliendo con las normas sanitarias de bioseguridad. Además el transporte escolar implica otro grave riesgo de contagio.
¿ Cuál es la urgencia ?.
¿ Los niños le están haciendo estorbo a sus padres ?.
¿ Los padres de familia quieren que sus hijos mueran ?.
¿ La Federación de Educadores -FECODE- está urgida por seguir adoctrinando a puerta cerrada a sus alumnos con El Capital de Marx, con el Manifiesto del Partido Comunista y con los panfletos de las guerrillas ?.
Ninguna urgencia académica puede estar por encima de la vida. No es comprensible este apuro cercano al desprecio por la vida de los escolares.
De regresar a las aulas, de ahí en adelante los contagios y las muertes serán responsabilidad de quienes hoy están promoviendo ese acelerado retorno.
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