Por generosidad de su autor, el médico Alvaro Villalobos Moreno, llegó a mis manos hace algunas semanas el libro “El Baúl que Fuma”, escrito por él, editado por el grupo editorial Letrame e impreso en España en 2019.
Lo leí lentamente para disfrutar a plenitud de su ameno y muy bien escrito contenido.
Alvaro Villalobos Moreno, hermano de mi muy buen amigo Henry, nació en Bucaramanga en 1961 y se graduó como médico general en la Universidad Industrial de Santander cuando apenas contaba con 25 años de edad. Hoy reside en Bogotá donde ejerce exitosamente su profesión.
LA OBRA
La novela recrea con gran detalle la Bucaramanga de los años sesenta y setenta especialmente del barrio Girardot y sus alrededores. Curiosamente, en sus primeras páginas aparece un misterioso homicidio que sólo viene a ser resuelto en sus últimas letras con un escalofriante suicidio.
Sus 272 páginas tienen como base dos diarios de vida aparentemente paralelos, escritos por un niño hasta llegar a joven, en los cuales aparecen las vivencias de la época.
Los amigos entrañables que uno tiene en sus primeros años, las alegrías y las penas, el rigor de la crianza en un hogar disciplinado al estilo de antes, los chismes de todo barrio, las idas a piscinas, la transformación del sector, el estudio, las primeras ilusiones amorosas y los desengaños de la vida, aparecen allí sabiamente consignados.
Relata las costumbres, las vivencias, las escapadas, los regaños, la rigurosidad académica, los negocios del barrio, el deporte callejero, las diabluras, la felicidad en la inocencia, los usuales apodos, la influencia de los curas Salesianos en la zona, los paros, y resalta la idiosincrasia de los personajes típicos de toda comunidad.
Pero también recrea acontecimientos ciudadanos de la época y hasta nos recuerda episodios de eventos deportivos mundiales.
Es decir, la obra refleja lo que somos los santandereanos con nuestras ilusiones, aspiraciones, triunfos y desengaños.
Todo ello, en medio de la expectativa que va generando la obra por conocer las circunstancias y los responsables de un homicidio que sacudió a la gente.
Llegando al final, aparecen las vicisitudes de un médico común y corriente salido de Bucaramanga y radicado en Bogotá que a pesar de sus múltiples ocupaciones profesionales sigue intrigado por resolver el homicidio del cual fue testigo en su niñez. Y qué paradoja. El misterio se resuelve cuando en los viejos diarios de sus amigos de infancia encuentra el relato de un suicidio.
En verdad que vale la pena leer “El Baúl que Fuma”. Es una novela sorprendente y ya estamos a la espera de una nueva obra de su autor.
Cuando el libro llegó a mis manos, equivocadamente creí que por haber sido escrito por un médico, iba a resultar algo pesado. No señor. Es una muy entretenida novela que se debe leer. La recomiendo. Gracias doctor Alvaro por ese maravilloso regalo.