Mostrándose muy generosos y dadivosos durante las dificultades del proceso de paz en el gobierno de Santos, en la tragedia invernal de Mocoa y ahora en la crisis sanitaria generada por el coronavirus, los Emiratos Árabes seguramente en próximos días recibirán a cambio la licencia ambiental para que su empresa Minesa se apodere del oro que yace en lo profundo del páramo de Santurban, en límites de los dos santanderes
Todo empezó con intercambios comerciales. Textiles, confecciones, alimentos y flores salían de Cartagena rumbo al país líder en desarrollo del Medio Oriente. Instituciones como ProColombia, se encargaron de que en los restaurantes y bufetes más exclusivos de ciudades como Dubai se sirvieran pitahayas y uchuvas de marca colombiana.
Luego vinieron las concesiones migratorias. Al menos 8 mil colombianos salieron de Colombia rumbo a los Emiratos Árabes en busca de un mejor futuro entre el 2010 y el 2013. Fueron muy bien recibidos, lo que llamó la atención de más y más connacionales que alistaron sus maletas sin pensarlo mucho y hoy están trabajando allá.
Luego el gobierno emiratí fue uno de los más férreos aliados internacionales del proceso de paz con las Farc. En la visita oficial del presidente Juan Manuel Santos a Abu Dhabi en 2017, cuando ya se había firmado el acuerdo, fue recibido por el príncipe heredero Mohamed bin Zayed al Nahyan quien le notificó de los 45 millones de dólares que Colombia recibiría como espaldarazo para ese proceso. Ese mismo año sucedería la tragedia de Mocoa, que acabaría quitando la vida a 336 personas y dejaría miles de afectados. El gobierno Emiratí mandó un cheque a través de su embajada por 7 millones de dólares para la reconstrucción de la capital del Putumayo.
Obviamente que esos gestos de ayuda no eran gratuitos. De tiempo atrás los árabes habían puesto sus ojos en el oro del páramo de Santurbán. Ese tesoro se les volvió una obsesión.
Minesa, empresa de la que es accionista mayoritaria la monarquía emiratí a través de su emporio empresarial, anunció días después de la visita del expresidente Santos en 2017, una inversión adicional de cerca de mil millones de dólares en varios proyectos que representarían presuntas afectaciones al Páramo de Santurbán, lo que prendió las alarmas en la sociedad civil colombiana.
Y ahora en medio de la pandemia también los árabes de Minesa se han mostrado muy generosos.
A principio de abril, recién empezaba a sentirse la llegada de la pandemia a Colombia, llegó una donación de 10 mil pruebas rápidas para la detección del COVID-19 al laboratorio de la Universidad de Antioquia en un Boeing B777 de Etihad Airways, enviado por el primer ministro de Emiratos Árabes, Mohammed bin Rashid Al Maktum. Además, llegaron 5.000 overoles (trajes protectores), 15.000 vestidos médicos, 500 mil guantes, 30 mil cubiertas de zapatos, 20 mil máscaras y 6.000 desinfectantes.
