El COVID no es un arma política. Debemos unirnos todos los colombianos para afrontar esta situación de la mejor forma posible.
VÍCTOR RAÚL CASTILLO MANTILLA
Por Víctor Raúl Castillo
El comportamiento de la tasa de mortalidad en el mundo por la pandemia del COVID-19 no depende de la inversión en salud, el desarrollo de los sistemas de salud y la capacidad o nivel científico de los hospitales.
México invierte el 5,8% del PIB en salud y tiene una mortalidad del 1.07 por cada 1.000 habitantes. EE.UU. que invierte el 17%, reporta una tasa de mortalidad de 1.2 por 1.000 habitantes. Otros países reflejan tasas así: España 1.14, Brasil 0.9, Argentina 1.0, Chile 0.91, Italia 1.3, Suecia 1.0 y Holanda 0.76. Estos valores contrastan con los resultados obtenidos por los países del oriente donde China y Taiwan reflejan mortalidad global de 0,3 por millón de habitantes, cifra mil veces menores en mortalidad que las reportadas por Occidente donde algo hicimos mal.
China demostró desde el inicio su capacidad para controlarla. En Wuhan, con la construcción en tiempo récord de tres mega hospitales y la implementación de una estricta cuarentena, lograron una tasa de 0.35 fallecidos por mil habitantes. En el resto del país no se requirió ampliar la capacidad hospitalaria, simplemente bastó con activar los planes de salud pública y aplicar test masivos para detectar el virus y hacer aislamientos selectivos. Esto demuestra la importancia de disponer de una sociedad disciplinada, con gran liderazgo en sus mandatarios y confianza en sus gobiernos y políticas de salud pública.
En nuestro país la mortalidad a hoy es del 0,9 por mil habitantes, la mortalidad en UCI es superior al 62% y la mortalidad en los pacientes que requieren hospitalización es del 30%.
Colombia vivió el estallido de la pandemia en medio de un ambiente difícil. Muchos negaban su existencia y los opositores políticos apostaron por el fracaso de las medidas gubernamentales. Adicionalmente se tomaron malas decisiones como haber centralizado por tanto tiempo el procesamiento de las pruebas PCR en el Instituto Nacional de Salud.
Cifras reflejan que al menos el 40% de la población en Colombia y el 50% en el mundo no se vacunarán, por lo cual es prematuro adquirir las 50 millones de vacunas anunciadas. Tiene más incidencia en la mortalidad y en el control de la pandemia el comportamiento de la ciudadanía que la fecha de inicio de la vacunación.
Ahora el discurso de la oposición se enfocó en la vacunación, discusión que afortunadamente se zanjó con la intervención de la Contraloría, que validó la veracidad de la información del Gobierno en relación a la existencia y pertinencia de los contratos de adquisición.
El COVID no es un arma política. Debemos unirnos todos los colombianos para afrontar esta situación de la mejor forma posible.
Esquirla :
Mi sentido pésame a los familiares y al equipo de Vanguardia por el fallecimiento del Dr. Alejandro Galvis Ramírez, uno de los grandes hombres, periodista y empresario de nuestra región.