Por Héctor Gómez Kabariq
Zapatoca se ha venido convirtiendo en un importante polo de desarrollo turístico para los colombianos y de manera particular para los santandereanos. Sus fortalezas naturales, la cordialidad de sus habitantes, la belleza de su arquitectura, el clima y la oferta hotelera y gastronómica, la hacen muy atractiva. Zapatoca vive del turismo.
La actual administración municipal, a pesar de su bajo presupuesto, de la emergencia sanitaria y de la crisis generada por la pandemia del coronavirus, está realizando importantes obras de desarrollo que ya tienen reflejo en el bienestar de sus gentes y en su calidad de vida. Pero hay que mejorar algunos factores no solo para que esta condición no desaparezca sino para que cada día el turismo se incremente con los obvios beneficios hacia todo el municipio.
Por ejemplo :
Reclamar al gobierno departamental el arreglo del trayecto vial entre el mirador Buenos Aires y el punto llamado la Virgen, ubicado a nueve kilómetros del pueblo, en el sentido Bucaramanga-Zapatoca.
Que las comunidades religiosas propietarias del edificio donde funciona el colegio del Sagrado Corazón de Jesús y del edificio que fuera colegio de la Presentación, realicen convenios con instituciones universitarias y tecnológicas a efecto de establecer planteles educativos, ojalá de vocación agrícola. Hoy esos edificios permanecen desocupados, salvo unos pocos salones en el primero de ellos.
Si bien quedó descartado el proyecto del teleférico entre el Mirador Guane y la Mesa de los Santos por sus muy elevados costos y su eventual baja rentabilidad, se debe estimular a inversionistas privados para que, por ejemplo, monten un cable-vuelo a partir del Mirador Yariguíes hacia el Pozo del Ahogado o hacia las cascadas de la Lajita con una estación intermedia.
Existiendo en el municipio una casa de la cultura y una escuela de música de carácter oficial, ofrecer retretas y actos artísticos los fines de semana en el parque del pueblo, una vez la crisis del coronavirus se supere. Hay que preparar ese factor desde ahora. La pandemia no será eterna.

La Alcaldía y el Concejo Municipal podrían aprobar un Acuerdo fijando estímulos tributarios por varios años a los empresarios privados a efecto de que fortalezcan sus inversiones en la infraestructura turística y comercial del municipio.
Gestionar con el gobierno nacional que, teniendo como base a los actuales transportadores locales, se cree y se conceda licencia a una empresa de transporte turístico propia de los zapatocas, que haga más confortables los desplazamientos hacia Bucaramanga y otras ciudades.
La parroquia podría crear un nicho religioso en los alrededores de la Cueva del Nitro, al estilo del que existe en el municipio del Páramo con la Virgen de la Salud.
Hay que orientar y capacitar a los artesanos locales para que, además de unos cuantos bordados, exploren otras formas y otros materiales que tanto comercio tienen en todas las zonas turísticas del país.
Hay que motivar a los visitantes para que compren en la casa de mercado donde están los productos de nuestros campesinos y donde existen buenos puntos de comidas.
Zapatoca no cuenta con parques recreacionales adecuados ni para la niñez ni para los adultos mayores. Lo que existe en lo que llaman Polideportivo no es mayor cosa. En los grupos turísticos siempre vienen niños y viejos que se ven obligados a quedarse en el parque principal donde no hay nada que hacer.
Para los turistas aventureros se podría montar en los alrededores del pueblo una zona de camping con infraestructura de servicios públicos esenciales.
